Bien temprano, casi sin descansar,
por esos nervios, ese malestar o
Nudo que se hace en el estómago.
Conocedor del desenlace que se
aproxima, sintiendo esa incertidumbre
conforme se acerca la hora.
La hora de la verdad, del enfrentamiento
entre hombre y bestia.
Sientes la necesidad de estar con tu gente y
familia. Intentando poder relajarte
y concentrarte en la batalla que
se avecina.
Tan importante como la última
batalla toreada, también la siguiente.
Con la ayuda de tu gente.
"Mozo de Espadas, Peón de confianza, Cuadrilla"
Empiezas a vestirte, antes rezas y
te encomiendas a todos tus Santos,
Cristos y Vírgenes...
Poniéndote en tus manos, pidiendo
suerte, que todo salga bien.
Esa ceremonia o protocolo
que sigues paso a paso
cada día que te visten de torero,
enfundándote bien la taleguilla
que se ajusta a tu cuerpo.
Átandote fuerte los machos,
calzando zapatillas de torero.
Recoges de su sitio la montera
y capote de paseo.
Llegas a la Plaza, la gente
sale a tu encuentro
para darte un saludo,
abrazo, foto y beso.
Enseñar a los amigos,
!mira! estoy con !Pepín Liria!
el valiente torero,
murciano y ceheginero.
Sales de la capilla de la Plaza
camino del túnel de cuadrillas.
Empiezas, ajustarte,
!bello capote de paseo!
Tu traje nazareno y oro,
corbatín y fajín negro.
Suenan timbales al blanco pañuelo.
Llegando los alguacilillos,
pisas el albero. Provocando una
reacción en la plaza que clama tu nombre.
!Pepín! !Pepín! !Torero!
Paso firme en en paseíllo,
cambio de capote en el "burlaero".
Aclamación y ovación del público,
saludas desde el tercio.
Haciendo el paseíllo, estabas
en el "lado" izquierdo.
Para entendimiento del principiante
era el torero más viejo.
Clarines y timbales de toriles,
cruzas el ruedo pisando albero.
Encarando la puerta roja
recibes al enemigo negro.
Extiendes tu capote
y dice al torilero:
!Saca un buen toro Bola!
Comienza el espectáculo.
Expectante está la Plaza
esperando la salida del
morlaco zaíno, en suerte toca.
Pepín Liria.
Larga cambiada recibiendo,
verónicas de cartel, torero.
Media de maestro,
revolera de antología.
Chicuelinas al paso,
en suerte llevas al caballo,
agarrando en lo alto
expléndido puyazo.
Quite por delantares,
rematado con serpentina.
La Plaza arde en aplausos
y olés al maestro Liria.
Observando con detenimiento
tres pares de banderillas,
que sus hombres de plata,
ejecutan con maestría.
Muleta en mano izquierda,
naturales templados, pausados.
Mano baja en la faena
ejecutada con valentía.
Dos orejas y rabo, vuelta
al ruedo, emoción en la plaza.
Como volcán en erupción,
descarga su lava en aplausos
de admiración.
Sales a hombros de la Plaza,
tarde de toros exitosa.
Mucha suerte Pepe, tu amigo,
José María.
No hay comentarios:
Publicar un comentario